¡Dejadme llorar! el genocidio olvidado surgió como proyecto documental a partir de las investigaciones del historiador Francisco Moreno Gómez Gomez sobre el genocidio cometido por los franquistas en Córdoba y se completó con la voz de las víctimas. Su participación, sus testimonios y el apoyo de hijos y nietos embarcados en una larga lucha por los derechos humanos, que ya dura más de cuarenta años de democracia, hizo posible el documental y después la asociación ¡Dejadnos llorar! en defensa de los derechos humanos de las víctimas del franquismo.

 

En el documental se da cuenta de la brutal represión que se produjo en Córdoba. Los datos son escalofriantes, sobre todo si tenemos en cuenta que el golpe militar triunfo desde el primer día. Más de 4.000 personas fueron asesinadas en la ciudad de Córdoba que vivió un clima de terror inimaginable. Las víctimas eran arrojadas a las dos fosas comunes de la ciudad sin lugar para el duelo y el luto.

Más de 12.000 personas fueron asesinadas en la provincia de Córdoba.

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Además de los crímenes contra la humanidad, el documental aborda la magnitud del drama provocado en las familias.

 

Las historias de esas otras víctimas, todavía más olvidadas, que fueron los niños de entonces, hijos de los desaparecidos, asesinados y perseguidos; sus vidas marcadas por la tragedia y el terror. Esos niños, que hoy son ancianos, crecieron en una dictadura que les negó todos los derechos. La crueldad fue tan extrema que los franquistas impusieron un castigo añadido a las familias al impedir que pudieran recuperar los restos de sus familiares y darles digna sepultura. 

 

El relato recoge la situación actual de las familias victimas del franquismo que siguen reclamando sus derechos y un reconocimiento que todavía no ha llegado por parte de las instituciones democráticas españolas, a pesar de las resoluciones de la ONU. Una de sus reinvindicaciones fundamentales es que se exhumen las fosas comunes, se recuperen los cadáveres, se identifiquen sus restos y reciban las honras fúnebres de sus familias y una digna sepultura.

 

El documental indaga también en un fenómeno desconcertante:  la sociedad cordobesa ha borrado de su memoria colectiva esos crímenes. La ciudad ha vivido de espaldas a esa realidad, y especialmente al dolor de las víctimas. Es la evidencia, como señala Francisco Moreno, de que Franco triunfó con sus mentiras y sus manipulaciones y logró borrar de la memoria el recuerdo de sus crímenes.

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